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  • Writer's pictureNatalie Stawsky

¿Soy yo la única que no puede ponerse en cuclillas apoyando los talones en el suelo?

Cuando comencé a practicar yoga, noté que cada vez que estábamos en cuclillas, yo era la única que no llegaba a conectar los talones en el piso.

Durante los primeros dos años de práctica constante de yoga, mis maestros me dijeron que necesitaba trabajar en mis caderas para superar el problema y poder no solo ponerme en cuclillas, sino también llegar a apoyar los talones en la postura del perro boca abajo. Ninguna de las muchas posturas para abrir las caderas pudo cambiar eso. Un día, de vacaciones con mi familia, estaba viendo jugar a mis sobrinas y sobrinos pequeños y vi que ninguno de ellos podía bajar los talones cuando jugaba en el piso. Empecé a experimentar con todos mis familiares adultos allí y nos dimos cuenta de que ninguno de nosotros podía ponerse en cuclillas con los talones hacia abajo. Todo estaba en nuestras pantorrillas y todos, por supuesto, compartíamos los mismos genes.





Después de más de 2 décadas practicando yoga, puedo decir que aunque todavía no soy capaz de llegar a poner mis talones en el suelo, trabajo mis pantorrillas a diario para asegurarme de que sean tan flexibles como sea posible.

Sí, es posible que tenga músculos más cortos o menor espacio articular, pero eso no significa que pueda desentenderme de ganar flexibilidad en las pantorrillas; es posible que yo lo necesite más que otros. Y el yoga no se trata de llegar a la meta, sino de experimentar el proceso, aunque, por supuesto, puedes tener una o más intenciones para el final de tu viaje.


Una nota al margen para los profesores de yoga: es importante ser conscientes de las diferencias en los cuerpos, las formas y las habilidades de cada uno, para que podamos ayudar a nuestros alumnos a sentirse cómodos y confiados con su lugar en la clase, además de entender que puede que no haya ninguna disfunción, a pesar de que el practicante no está haciendo las poses de la forma en que a ti te han enseñado a hacerlas.

Existe una gran idea errónea de que debemos ser flexibles para practicar yoga. Ser capaz de educar a las personas sobre los mitos del yoga puede ahorrarles mucho dolor a los estudiantes y mantenerlos involucrados.

Pase lo que pase, debemos asegurarnos de que nuestras pantorrillas estén tonificadas. Los músculos de la pantorrilla están a cargo de muchos movimientos cotidianos, como cuando apuntas hacia arriba con los dedos de los pies, presionas el acelerador de tu automóvil, saltas, o te pones de puntillas para alcanzar algo por encima de tu cabeza.

Cuando no mueves esos músculos a través de su rango de movimiento, entonces se tensan. Hay movimientos repetitivos o la falta de movimientos que podríamos estar haciendo a diario que contribuyen a la tensión en estos músculos. Si te sientas en un escritorio durante horas sin moverte ni estirarte, las articulaciones de las rodillas y los tobillos permanecerán en una posición bloqueada, por lo que las pantorrillas no se moverán y se pondrán rígidas.

Si usas tacones, incluso un tacón de una pulgada acortará tus pantorrillas al restringir el rango de movimiento de tus tobillos. Si tus zapatos son rígidos, esa rigidez no permitirá que tu pie se articule bien al caminar, impidiendo el armónico movimiento del peso del cuerpo desde el talón hasta los dedos del pie.


La elevación de los talones ayuda a tonificar las pantorrillas, provee estabilidad y resistencia asi como también estira los músculos de la planta de los pies.

Tus músculos quieren conservar energía, por lo que, si pasas mucho tiempo en una posición fija, como estar sentado, los músculos se acortarán y tensarán para mantenerte en la posición en la que pasas la mayor parte del tiempo.

Hay una variedad de problemas que se pueden atribuir a las pantorrillas tensas: tendinitis de Aquiles, dolor de rodilla, fascitis plantar e incluso dolor de espalda.

En términos de ejercicios regulares, las pantorrillas inflexibles no te permitirán realizar una sentadilla con buena forma, que es un excelente movimiento general para la densidad ósea, la tonificación muscular y la fuerza central que te gustaría incorporar a su rutina de ejercicios.


Los masajes, ya sea con rodillo, pelotas de tenis o pelotas tune up balls ayudan a traer circulación a las piernas y retornar la sangre hacia corazón.


Aquí hay algunos ejercicios para reducir la tensión en la pantorrilla que puedes incluir a lo largo del día. En estos videos encontrarás un masaje específico, un estiramiento dinámico y un estiramiento pasivo. Todos ellos se complementan para mantener las pantorrillas tonificadas.

Visita mi curso de postura, que está lleno de ejercicios y consejos, no solo para las pantorrillas, sino también para la pelvis, la columna vertebral, el cuello y más. También te invito a visitar mi curso de Pies Saludables, que se enfoca en fascitis plantar, juanetes, neuromas, dedos en martillo, y todo lo relacionado con la estrechez de las pantorrillas.


Estiramientos pasivos, especialmente después de pasar horas sentada, o de una caminata ayudan con las articulaciones de los tobillos y también a prevenir o disminuir los calambres en las piernas.


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